higiene y prevención

Si existe un campo verdaderamente importante dentro de la odontología y de todas las especialidades médicas, ese es la prevención. Actualmente se está dando un gran desarrollo en todas las especialidades odontológicas, especialmente en la implantología y la prótesis, llegándose a veces a sugerir que son una buena alternativa a muchos problemas dentales y estéticos. Esto no siempre es así, hay que tener muy clara la indicación exacta de cada tratamiento. Por lo tanto, por bueno que sea y bien realizado que esté el tratamiento, nunca será mejor un implante o una prótesis a un diente natural.

De ahí la importancia de la prevención y el diagnóstico precoz de las enfermedades bucodentales, principalmente de la caries y la enfermedad de las encías, sin dejar de lado los problemas de apiñamiento y malposición dental y otras patologías, como la patología tumoral, especialmente del cáncer.

La principal herramienta de prevención es la higiene, aunque también debemos tener encuenta otros muchos factores, que pueden ser predisponentes, facilitando que aparezca la enfermedad, o desencadenantes de la enfermedad por si mismos.

Dentro de estos factores podemos encontrar el tabaco, tanto fumado como masticado, el consumo de productos azucarados, como bollería, zumos envasados, refrescos carbonatados, etc, tratamientos farmacológicos crónicos, que pueden provocar una disminución de la secreción de saliva, que es un gran protector de la salud bucal, hábitos como morderse las uñas, la respiración bucal en pacientes asmáticos, el bruximo o apretamiento, y un largo etcétera.

La higiene como hemos comentado anteriormente, es el principal arma con el que contamos para la prevención, debiendo ser correcta, tanto en el tiempo, en la frecuencia y la técnica, como en la calidad de la misma. Vemos a muchos pacientes que se lavan los dientes, pero no hacen una higiene efectiva, la mayoría de las veces por desconocimiento.

Además de la higiene existen mas técnicas de prevención.

• En niños podemos aplicar selladores de surcos y fisuras, para prevenir las caries oclusales, y las fluorizaciones. También pondremos especial énfasis en la prevención de los problemas del desarrollo, como el uso del chupete y la succión del dedo pulgar, como la deglución inmadura o la respiración bucal, que pueden dar lugar a problemas de crecimiento de los huesos maxilares como a apiñamiento dental.
• En adultos la prevención viene de la mano del asesoramiento, principalmente en la higiene como hemos comentado, pero además en otros hábitos, como el tabaquismo, o el uso de férulas en apretadores, cuyo principal papel también es preventivo. Pero pondremos especial énfasis en asesorar sobre un buen “envejecimiento” bucal, ya que el objetivo es que mantengamos una boca sana y bien equilibrada durante toda la vida.

Además es importante saber que a veces perder un diente no tiene tanto efecto perjudicial inmediato como la alteración que va a provocar en el resto de la boca, que va a intentar compensar esa pérdida con una serie de adaptaciones y movimientos que van a desequilibrar todo el sistema, produciendo patologías en el futuro.

Dentro de esta filosofía, debemos tener claro que es importantísima la revisión bucodental por un buen profesional en la clínica al menos una vez al año, e incluso a veces con mas frecuencia en aquellos casos en los que existan factores de riesgo que haya que controlar, y la realización de la limpieza bucodental cuando esté indicado.

No olvides que mantener una boca sana será sin duda alguna lo mas beneficioso para tu salud, tanto bucal como general, además de ser lo mas económico, ya que nos evitará tener que embarcarnos en tratamientos que a veces resultan largos, incómodos y caros.